“Ahora pues, temed a Jehová y servidle con integridad y en verdad; …” Josué 24:14
“Había una vez una gallinita emprendedora que quería montar un negocio en la granja. Como había cada vez más animales en la granja tuvo la gran idea de montar un restaurante. Para llevar a cabo su idea necesitaba un socio. Así que se dirigió hacia el animal que más confiabilidad le daba: el cerdito.
- Hola Cerdito – le dijo la gallina. Quiero abrir un restaurante en la granja y he pensado que tal vez querrías ser mi socio.
- No sé – respondió el cerdito. ¿Y cuál sería el plato estrella del restaurante?
- ¡Qué te parece “huevos con jamón”! – respondió la gallina.
- No gracias. Creo que tú estarías involucrada pero yo tendría que estar comprometido."
Creo que no necesitamos mucha explicación sobre lo que acabamos de leer, ¿no?. La gallina iba a estar involucrada en la tarea, aportaría un material muy importante, los huevos. Pero el que iba a estar realmente comprometido hasta dar su vida era el cerdo, ya que para dar el jamón, debía darlo todo, su vida misma.
Este relato me hizo pensar y formularme algunas preguntas: ¿Cuál es nuestra posición frente al servicio? ¿Estamos involucrados en una tarea en la iglesia o definitivamente estamos comprometidos en el servicio a nuestro Dios?.
Espero que podamos tener el valor de comprometernos seriamente en lo que a nuestra área se refiere. Nuestro compromiso frente al Señor debería ser llevar el evangelio a los niños. Si tan solo nos involucramos, vamos a terminar acomodando la tarea a nuestra comodidad. Pero si nos comprometemos, cosas que ojo no vio ni oído oyó son las que nuestro Dios tiene preparadas para nosotros.
En estos tiempos de tan poco compromiso, ¿tendremos el coraje de asumirlo?.
Dios te bendiga y guarde.