Porque un niño nos ha nacido, ¡un hijo nos ha sido concedido!
Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre será “Consejero admirable”
“Dios fuerte”, Padre Eterno” y “Príncipe de paz”.
(Isaías 9:6)
Ya es 24 de diciembre, pronto llegará la Navidad, fecha en que en la redondez de la tierra millones de personas nos unimos para celebrar un hecho que ha sido bisagra en la historia de la humanidad, tanto que la historia se mide en antes y después de Él. El nacimiento de Cristo.
Isaías dijo de él que sería príncipe de Paz (Is 9:6) y permítanme compartir con ustedes este deseo, que Cristo sea nuestra paz,
Que como el mejor regalo recibamos la paz que solamente de Él podemos recibir. (Jn 14:27)
Paz en nuestras familias.
Paz en nuestros trabajos.
Paz en nuestro espíritu.
Paz en nuestros labios.
Paz en nuestras relaciones.
Paz en nuestras finanzas.
Paz en nuestras congregaciones.
Seamos agentes de su Paz, por sus méritos y en su nombre, que también en nuestra vida podamos celebrar con énfasis, que hubo un antes y un después de Cristo.
Bendiciones para todos, que el Señor bendiga muy ricamente sus vidas, con amor en Cristo.
Sergio Eduardo Ibáñez