Los himnos definen una denominación. Determinan y refuerzan la teología, la fe y la historia. Somos quienes somos debido a nuestra teología, formada en gran parte por el canto de nuestros himnos que han sido y son memorizados y valorados por muchos cualquiera sea su edad. Las grandes verdades teológicas escritas en cada estrofa de un himno han llenado a lo largo de los años, el corazón y la mente de muchos creyentes y lo siguen haciendo actualmente.
El olvido de nuestros himnos perjudica la calidad de la música y la teología en muchas de las iglesias bautistas de hoy. Las Iglesias que no incluyen los grandes himnos de la fe en la experiencia de la adoración no permiten a sus congregaciones aprender y cantar las verdades básicas de sus raíces.
Muchas iglesias, sin embargo, ya no sólo no utilizan un himnario, sino que los textos en los himnos o canciones que utilizan son algunas veces contrarios a nuestra teología. Instamos a redescubrir lo valioso de los himnos de nuestra fe. A cantarlos regularmente, en el canto congregacional, la música instrumental o a través de un coro. Enriquezcamos la adoración a través de la belleza y la teología de los grandes himnos del pasado y los nuevos himnos del presente.
Volvamos a recuperar nuestros tradicionales himnos, enseñándolos a las nuevas generaciones.
ARCHIVOS DE DESCARGA2) Entrega 2. Que mi vida entera este. Escribe Carlos Gaiera.