Te invito a que juntos descubramos cómo fue el llamado de José Oyanguren, misionero en la provincia del Chaco en Argentina, sirviendo al Señor en medio de pueblos originarios Tobas-Qom. Le agradecemos tanto a él como a su esposa el habernos compartido su experiencia. ¡Ahora sí, a ponerse cómodo y leer!
“Mi nombre es José Oyanguren. Nací en Salto, provincia de Buenos Aires, Argentina. Mi esposa se llama Alfonsina y tenemos 4 hijos: Felipe, Emilia, Juan y Tomás. Desde el año 2004 vivimos en Castelli, Provincia del Chaco en la República Argentina. Castelli se encuentra a 300 km de Resistencia, capital de la provincia. Actualmente nos encontramos ayudando a las iglesias Tobas-Qom a crecer en el conocimiento de la palabra de Dios. Nuestro objetivo es animarlos a confiar en nuestro Señor y también damos ayuda a la gente de la comunidad en general.
Todo esto empezó hace muchos años atrás. Yo no vivía en el Chaco y jamás pensé que el Señor me llamaría a este lugar para servirlo. Fue cuando estaba por terminar la escuela secundaria que empecé a sentir un fuerte deseo de prepararme para ayudar a gente indígena, así fueran de mi país, como de cualquier otro lugar.
Poco a poco fui dejando cosas que yo sabía no me ayudaban a llevar adelante este propósito. Y mientras mi corazón se iba preparando, el Señor iba armando su plan para mi vida. Un día estando en un campamento cristiano, conocí a una joven, quien sería mi futura compañera. Pasaron algunos años antes de proponerle que fuera mi novia. Yo seguía sintiendo en mi corazón el llamado del Señor y era muy importante para mí que la persona que estuviera a mi lado compartiera mi sentir. Charlábamos mucho, eso nos ayudaba a conocernos cada vez más, hasta que un día le pregunté si le interesaría servir a Dios entre gente indígena. Ella me dijo que sí y fue entonces que nos pusimos de novios. Después de 2 años de noviazgo nos casamos.
Juntos estudiamos en un instituto teológico para aprender más de la Biblia y así estar preparados para misionar. Trabajamos sirviendo en una pequeña iglesia en Agua de Oro, en la provincia de Córdoba, Argentina. Trabajamos con niños y también con jóvenes. Nuestro deseo era capacitarnos cada día más.
Después de 3 años de hacer esa tarea, el director de una misión que trabaja con gente indígena en Chaco y Formosa nos invitó para trabajar junto a ellos. Enseguida dijimos que sí y a los pocos meses nos mudamos a Chaco donde estamos hasta el día de hoy.
Los indígenas de esta región tienen su idioma que es el Qom. Necesitaba aprenderlo para poder comunicarme más fácilmente con ellos. Fue un desafío muy grande.
¡Hoy podemos decir con mucha alegría que en el año 2014 se pudo terminar de traducir la Biblia al idioma Qom!
No ha sido sencillo misionar en esta zona, pero puedo asegurarte que si pones todas tus fuerzas y dones en las manos del Señor, Él hará algo maravilloso con tu vida. Nunca olvides que “cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman”.
Dios te bendiga.