En el mes de diciembre recordamos juntos el nacimiento de Jesús, y pensamos lo que produce en nosotros la llegada de nuestros hijos y lo que necesitan de nosotros como padres para crecer.
Estaba realmente entusiasmada en que recorriéramos los dos primeros años de vida, revolución copernicana total que involucra todo el desarrollo, físico, mental, y relacional, pero se acerca el tiempo de Semana Santa, fecha en la que recordamos de manera especial la esencia de nuestra fe… por eso, ¿por qué no pensamos primero en el desarrollo espiritual de nuestros niños?
Jaime Barylko, pedagogo, escritor, ensayista, filósofo argentino de origen judío, entre los tantos libros que nos dejó, hay uno titulado “Los hijos y la religión”, del que me gustaría transcribirles unos párrafos:
“Crecemos con legados, herencias, cultura. Con una tradición a la que, ya sea para afirmarla o para negarla, inevitablemente pertenecemos. La religión es parte de esa tradición.
Pero en nuestro mundo globalizado flota una atmósfera de incertidumbre. Sembramos aparente libertad y cosechamos juventudes sin identidad, infelices, violentas, desorientadas. ¿En qué nos equivocamos?
A no engañarse: no fue libertad lo que sembramos sino abandono, indolencia y desamor. La verdadera libertad es siempre opción de elegir. Y para elegir es indispensable conocer. Quizá los hijos no elijan lo que quisimos para ellos. Pero eso no nos libera de la obligación de educarlos. Sólo el que sabe nadar podrá nadar contra la corriente. Solo el conocimiento protegerá a nuestros hijos de fanatismos sectarios, ídolos de barro, falsos mensajes mesiánicos.
Por eso, a la pregunta: ¿con qué derecho cría usted a su hijo en religión?, creo que corresponde otra pregunta:¿con qué derecho cría usted a su hijo sin religión?”
“Religión es tradición. Es de padres a hijos. Modo de ser, conducta, ceremonia, comportamiento…encontrarse con sus congéneres de fe…religar a sus hijos con un mundo que tiene sus colores, sus olores, sus creencias, sus comportamientos. Por ahí se empieza, y no explicando nada. El modelo de la acción educa. No ideas. No preguntas. No abstracciones. Fundamentos”
Aprovechemos la oportunidad que estos días de Semana Santa nos ofrecen para enseñarles con nuestras acciones el valor de esta fecha, vayamos con ellos a la iglesia, compartamos nuestra fe con nuestros hermanos, compartamos con ellos el relato bíblico, que ellos nos vean vivir con profundidad nuestra fe. Es nuestro deber como padres, Deuteronomio 6: 6-9, nos lo plantea… y cuando nuestros hijos sean mayores podrán elegir, pero seguramente…no se apartarán de EL.
Vivi